Por Ignacio Villaseñor Saldaña
El pasado viernes tuve la oportunidad de asistir a la 3ª edición del Winefest en el Museo del Desierto de Saltillo. Al evento asistieron más de 1,200 amantes del mundo del vino, el buen comer y la música en vivo. Participaron 17 casas vinícolas entre las que destacaron las coahuilenses Viñedos Don Leo, Bodegas Capellanía de Paredón y Bodegas del Viento de Arteaga, además de la tradicional Casa Madero de Parras de la Fuente.
Siendo originario de Coahuila, me complace ser partícipe de la evolución de la economía en torno al mundo de los vinos. Un factor detonante fue la creación de la marca Vinos de Coahuila como plataforma para promover los vinos hechos en las diferentes regiones del estado (además de Parras de la Fuente, también se produce vino en los municipios de Piedras Negras, Guerrero, Cuatro Ciénegas, Ramos Arizpe, Arteaga y Múzquiz). Hoy en día suman más de 20 productores de vino en el estado.
A pesar de que México tiene el viñedo más antiguo del continente americano, la cultura y el negocio del vino no se desarrolló igual que en otros lugares como Chile, Argentina y California. Nos llevan algunas décadas y varios litros de consumo anual per cápita de ventaja.
Sin embargo esto está empezando a cambiar. Cada año, las fiestas de la vendimia y ferias de la uva en municipios como Cuatro Ciénegas y Parras de la Fuente atraen a un mayor número de personas, generando una importante derrama económica en la región. Esto presenta una gran oportunidad de negocios en el sector hotelero y restaurantero, pues aún hay espacio para atender la demanda de estos turistas.
Ya hay buenas señales. En Parras de la Fuente, Bodegas Rivero González está apostando en grande con un proyecto de un wineresort muy interesante donde se utilizará solamente la gravedad para procesar el vino (similar a la de la vinícola Decantos en Ensenada que tuve la oportunidad de visitar en el 2016).
¿Qué podemos aprender de Baja California y California? En este hemisferio, el enoturismo se concentra en los meses de Agosto y Septiembre, durante la cosecha de la uva. Para evitar caer en la trampa de los negocios de temporada, debemos buscar complementar la oferta de enoturismo haciendo mancuerna con las atracciones turísticas regionales el resto del año. Múzquiz tiene sus cascadas y sus ríos. Cuatro Ciénegas las pozas y los arenales. Arteaga las cabañas en las montañas. Paredón tiene las aguas termales.
También es una excelente oportunidad para ver con nuevos ojos a los ingredientes de la gastronomía local, y buscar darle un toque innovador para crear maridajes nuevos e inesperados. Por ejemplo, durante el Winefest probé unos riquísimos tacos de cabrito y unas combinaciones de sabores muy originales, como brochetas de pollo con variaciones del mole Oaxaqueño utilizando ingredientes como membrillo, flor de jamaica y xoconostle, así como un ceviche de atún con ciruela pasa, chile pasilla y cebolla caramelizada en vino tinto.
Otra opción es combinarlo con eventos artísticos como exhibiciones de fotografía, festivale
s de cine, diseño de moda, conciertos musicales e inclusive eventos astronómicos como lluvias de estrellas y eclipses lunares. Es cuestión de ponerse creativos y darle un giro original a lo que ya tenemos. Podemos inclusive irnos más allá de la uva. En Monclova se perdió la tradición de la Feria de la Nuez, un símbolo de nuestra identidad coahuilense, como lo muestra el escudo del estado en el que se pueden apreciar unos nogales. El destilado de sotol, para el cual existe una denominación de origen en Coahuila, Chihuahua y Durango, sigue sin potencializarse como lo ha hecho el mezcal. De los manzanares de Arteaga pudiéramos empezar a crear productos turísticos como los que hay en Quebec y Vermont, donde las familias van a pizcar la manzana como actividad recreativa y también se produce sidra y otros productos como cajeta y fruta en almíbar. Es cuestión de avanzar en la cadena de valor.
Coahuila es grande y tiene mucho que ofrecer. Su tierra y su gente generan productos de calidad internacional. Sintámonos orgullosos de lo que tenemos e invirtamos en crear ofertas turísticas de nivel mundial para que conozcan nuestro estado.